miércoles, 20 de marzo de 2013

"Al filo del agua" desde la mirada de Homi Bhabha


En su libro El lugar de la cultura (1994), Homi Bhabha propone que las sociedades que fueron conquistadas por Europa, además del dominio económico y militar al que fueron sometidas, padecieron un dominio ideológico en el que se justifica la presencia colonizadora como esencial e inevitable. Bhabha sugiere como medio subversivo la creatividad, la cual da como resultado lo híbrido.
En el presente texto proponemos un análisis de la novela Al filo del agua, escrita por el mexicano Agustín Yáñez y publicada en 1947,a partir de la teoría post-colonialista de Bhabha.
La trama del texto se ubica, temporalmente, en vísperas que estalle la Revolución Mexicana; geográficamente se desarrolla en Los Altos de Jalisco, en un pueblo aislado del resto del país y cuyas actividades se encuentran regidas no por el gobierno civil sino por la Iglesia que ha sometido a los habitantes a un riguroso distanciamiento entre ellos, por medio de instaurar la castidad y el aislamiento como valores. Por ende, la necesidad de comunicación, de contacto con los otros, de afecto se vuelven un anti-valores. En este primer acercamiento es posible reconocer en la Iglesia a la autoridad civil propuesta por Bhabha ya que es ésta quien al dictar las reglas, legitima la conducta y se asume como poseedora absoluta de la verdad. En esta sociedad, las conductas aceptadas ocupan el centro de la misma, en tanto, aquellas que son reprobadas se ubican en la periferia, que es la frontera más cercana al no existir: “Pueblo conventual. Cantinas vergonzantes. Barrio maldito, perdido entre las breñas, por entre la cuesta baja del río seco.” (Yáñez, 1999: 5)
Ahora bien, Bhabha señala que dentro de las sociedades colonizadas, la única manera de hacer frente a la autoridad es por medio de la creatividad que, efectivamente, puede trastocar el orden común. Al respecto, queremos hacer hincapié en un caso particular: el campanero del pueblo, Gabriel. Éste es la voz de la comunidad, existe un reconocimiento y una afinidad entre el sonido de las campanas y la población anónima. El narrador nos ofrece un ejemplo, la ocasión en que Gabriel salió de su pueblo para estudiar en el seminario de San Juan de las Lagos:  “Nunca, más tarde, logró que las campanas de San Juan tocaran en sus manos como tocaban en las manos del campanero titular, y es que nunca consiguió transferir el carácter- nostalgia y quebrantamiento- del pueblo, que le hablaba en cada golpe de la sangre, que lo reclamaba en cada recuerdo, que se hacía presente a toda hora.” (181) Entonces, en el tañido de las campanas se manifiesta el sentido de pertenencia del pueblo, tanto de Gabriel como del resto de los habitantes del pueblo, también es cierto que por medio de éstas el pueblo ordena sus actividades. Sin embargo, además de la identificación común, Gabriel está a la búsqueda de una voz propia: Quiere hacer de las campanas instrumentos de música y en eso consume sus energías y tiempo. Gabriel posee la sensibilidad y tiene disposición; pero carece de formación: “burlado por la resistencia, por la obstinada rebeldía del bronce, de los bronces” [...] (180) Los ensayos y experimentos “musicales” del campanero se encuentran dentro de lo permitido por la autoridad. Nadie se escandaliza cuando Gabriel toca imaginando que una de las campanas tiene acento de violín. Será al conocer a Victoria, la forastera, que Gabriel finalmente podrá crear no sin antes pasar por un período de caos, de confusión en el que se replantean los valores aprendidos y asumidos. El encuentro con Victoria es ya en sí un choque:
“Gabriel sintió- sentía- como si un viento venido de lejanísimas regiones, un viento de la noche, descuajara montañas, poblaciones, ríos; y le golpeara la cara, físicamente; y se le filtrara punzocortante por entre la piel, en los bronquios, en los oídos, ahogando sesos y corazón, reventando arterias, cercenando las alambradas de los nervios.” (189)
Después de conocerla, el sistema de valores del campanero entra en caos y ello se refleja en las campanas: 
“A la otra mañana el desafinamiento de las campanas ya fue sensible. Subió- como la calentura- el jueves, y el viernes, y el sábado. Corazón a rebato el domingo. Corazón loco del pueblo. Y el azoro común.” (192)
La inestabilidad de Gabriel, manifiesta en las campanas, desajusta las actividades de todo el pueblo, por lo que, para conservar el orden público, el cura lo releva de su puesto. Viene entonces un período de inmovilidad, de estancamiento creativo, como de zona del silencio en el sujeto. Visto a partir de las reflexiones de Turner acerca de los ritos de paso, podríamos de decir que en este punto, Gabriel se encuentra en un período de transformación que culminará con la huida de Victoria.  Dicha huida se produce porque la mujer no puede soportar el estilo mecánico que han adoptado las campanas con el campanero suplente. Cuando Gabriel se entera que la forestar se marcha, asalta la torre del campanario y toca, entonces la música fluye como si a través de ésta, el campanero hablara: “Los dobles cobraban desesperación, celerantes; pero en su angustian conseguían hacer oír un ruego- cifra de final esperanza- , un grito de ternura elocuente, que la dama escuchó volviendo bridas [...]” (240)

martes, 12 de marzo de 2013

Homi Bhabha desde la mirada de sus críticos


Homi Bhabha es uno de los teóricos más influyentes de la corriente poscolonialista. Sus tesis están basadas en las ideas de Edward Said, Jacques Derrida y Victor Turner, principalmente. Y aunque sus aportaciones han sido de gran ayuda para comprender los movimientos literarios y sociales de Occidente y Oriente, es cierto que su trabajo teórico posee puntos flacos, a continuación enumeramos algunos:

  • Bhabha propone la ambivalencia como una cualidad del valor en los discursos de dominación inglesa sobre los países de América, Asia y África. Es decir que aunque la idea occidental se asuma como verdad absoluta, dicho valor puede replantearse desde el punto de vista de los colonizados; no obstante, el discurso de Bhabha se asume como estable, como verdad absoluta él mismo.
  • Dificultades para definir el término Hibridación: si se considera que el término define, para Bhabha, la mezcla, el encuentro, la resignificación de dos culturas que en principio son puras como la hindú y la inglesa; los críticos señalan que no existen culturas totalmente puras pues siempre están permeadas por las aportaciones de otras pues se definen por la movilidad, no son estáticas.
  • El estilo de Bhabha es de difícil comprensión. La crítica literaria y cultural ha observado que el estilo del teórico que nos ocupa guarda relación con la hibridez que él mismo propone, sin embargo, dicha hibridez, que se traduce en la dificultad de su lectura, es para los críticos un tanto tramposa pues busca hacer ininteligible para defenderse de la crítica y así no hacer evidente que la teoría de Bhabha también margina otros textos; de igual modo, trata de evitar que otros autores subviertan el orden impuesto por Bhabha.
  • El colonizador/ el colonizado como respuestas de antemano sabidas. No sólo la teoría de Bhabha sino el poscolonialismo en sí buscan sacar a la luz las relaciones de dominación que Europa y Estados Unidos han ejercido sobre el resto del mundo a partir de la difusión de su cultura, y con ello de los estereotipos que han acuñado, la observación de los críticos gira en torno a preguntarse ¿si existe una respuesta de antemano para qué someter un texto a los estudios poscoloniales?
  • Homi Bhabha se basa en la oposición presencia/diferencia propuesta por Derrida para justificar su teoría siendo que ni el propio Derrida puede justificar de modo convincente la relación de dichos términos. La Diferencia, según Derrida, es aquello que permite el desarrollo de las sociedades a partir de la igualdad. Es decir, cuando la igualdad deja de ser suficiente para el respeto de las garantías individuales, se recurre al derecho a ser diferente. Sin embargo, en el caso de la presencia, Derrida no puede justificarla, sólo dice de ella que existe como una condición necesaria para la diferencia.
  • La teoría de Bhabha despoja a los textos de su verdadera diferencia al proponer que todos son híbridos. 

La autoridad inglesa en las palabras de H. Bhabha


Homi Bhabha es uno de los teóricos  cuyas aportaciones han influido en los estudios culturales, principalmente, en la vertiente del poscolonialismo. A continuación ofrecemos algunas frases que consideramos de interés tomadas de su libro El lugar de la cultura (2002):

“El descubrimiento del libro es, a la vez, un momento de originalidad y de autoridad.” (Con respecto a la aparición del libro “inglés” en América, Asia y África)

“El momento conflictual de la intervención colonialista se vuelve ese discurso constitutivo del ejemplo y la imitación, que Friedrich Nietzsche describe como la historia monumental armada por ‘egoístas dotados y bribones visionarios’”.

“El efecto de realidad construye un modo de interpelación en el que un complemento de sentido produce el momento de transparencia discursiva.”

“Lo que diferencia radicalmente el ejercicio del poder colonial es la inadecuación del supuesto iluminista de la colectividad y el ojo que la contempla.”

“[...] es el efecto de la incertidumbre lo que aflige el discurso del poder, una incertidumbre que distancia el símbolo familiar de la autoridad ‘nacional’ inglesa y emerge de su apropiación colonial como el signo de la diferencia.”

Hablemos de Edward Said


Edward Said fue un investigador que introdujo a los estudios literarios el concepto de Orientalismo, y con ello dio inicio a la corriente poscolonialista. Nació el 1 de noviembre de 1935 en Jerusalén. De origen palestino, pertenecía a una familia árabe cristiana, su madre era palestina y su padre había adoptado la nacionalidad estadounidense. Vivió en Jerusalén hasta 1948, en que, junto con su familia, tuvo que salir a causa de la amenaza de tomar la ciudad por parte de las tropas israelíes. Entonces, la familia se estableció en El Cairo, luego, en 1951, se mudaron a Estados Unidos. De ese modo, Said adoptó la nacionalidad de dicho país. Seis años después, Said se graduó de la Universidad de Princeton; realizó la maestría y doctorado en la Universidad de Harvard. A partir de 1963 hasta el 2003 impartió la cátedra de Literatura inglesa y Literatura comparada en la Universidad de Columbia, ingresando como profesor lector hasta llegar a obtener el grado más alto. En 1978 publicó su obra Orientalismo, en la que introduce dicho término para describir la mirada con que Occidente se ha acercado al resto del mundo y con la que ha buscado explicarlo, dándole carácter de verdad absoluta, pero que, en realidad, justifica los planes expansionistas de los países de ideología eurocentrista (Europa y Estados Unidos) y los atropellos a los que han sometido a los países, principalmente, árabes.
La actividad intelectual de Edward Said es tan intensa como diversa pues además de ser catedrático de Columbia, enseñó en Harvard, Johns Hopkins y Yale; dio conferencias en más de 200 universidades de Norte América, Europa, África y Asia. Publicó en periódicos y revistas de diversos países, integrando el consejo editorial de algunos de ellos, entre  sus columnas célebres podemos mencionar las de Al Ahram y Al Hayat. También dirigió la colección Convergences, editada por la Universidad de Harvard. 
Su labor crítica en materia de literatura y estudios culturales fue reconocida en varias ocasiones, en 1992, fue nombrado miembro del Foro de Sabios de la UNESCO. Se le otorgaron doctorados honoris causa por parte de varias universidades alrededor del mundo. En dos ocasiones fue galardonado con el premio Trilling de Columbia, así como el Wellek de la American Comparative Literature Association y en 2002, el premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Fue miembro de la American Academy of Arts and Sciences, la Royal Society of Literature, la American Philosophical Society y del King’s College de la University of Cambridge. Además de ser parte del consejo ejecutivo del PEN Club International, ocupó la presidencia de la Modern Language Association (MLA) en 1999.
Cabe resaltar que a sus funciones académicas sumó un activismo constante a favor del pueblo Palestino y de Oriente, prueba de ello es que en 1977 fue elegido miembro del Consejo Nacional Palestino de la asamblea legislativa de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), cargo que se prolongará hasta 1991, año en que tuvo desavenencias con Yasser Arafat por los “Acuerdos de Oslo”, una serie de documentos firmados entre Israel y el Consejo Nacional Palestino, que buscaba llegar a acuerdos entre ambos grupos y proponer soluciones al conflicto. Said no creía en los acuerdos, le parecían un engaño pues observó que no se señalaba el fin de la ocupación israelí y a sus asentamientos así como no se aclaraba qué pasaría con Jerusalén. A pesar del distanciamiento con Arafat, Said continuó apoyando a su pueblo y en varias ocasiones manifestó su descontentó por los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania. En 1980, Said previó una política de agresión por parte de los Estados Unidos en contra de Medio Oriente
En 2002, Said, junto con Haidar Abdel Shafi, Ibrahim Dakak, y Mustafa Barghouti, fundó el partido y movimiento social Palestinian National Initiative (Al Mubadara), un intento de crear una tercera fuerza política palestina que pudiera ser una alternativa democrática y reformista a las fuerzas políticas Fatah y a Hamás.
Cabe resaltar la habilidad de Edward Said en el aprendizaje de las lenguas, pues además de su lengua materna, el árabe, y el inglés que debió aprender al mudarse a los Estados Unidos, hablaba francés, conocía el español, alemán, italiano y latín. 
Finalmente, murió en Nueva York el 25 de septiembre de 2003 víctima de la leucemia.
Entre sus obras podemos mencionar:

  • After the Last Sky (1986)
  • Beginnings (1975)
  • Blaming the Victims (1988)
  • CIA et Jihad, 1950-2001: Contre l'URSS, une disastreuse alliance (2002), con John K. Cooley
  • Covering Islam (1981)
  • Criticism in Society
  • Culture and Imperialism (1993)
  • The End Of The Peace Process (2000)
  • Edward Said: A Critical Reader
  • Jewish Religion, Jewish History (Introduction)
  • Joseph Conrad and the Fiction of Autobiography (1966) 
  • Literature and Society (1980)
  • Musical Elaborations (1991)
  • Nationalism, Colonialism, and Literature
  • Orientalism (1978)
  • Orientalisme (1980)
  • Parallels and Paradoxes
  • The Pen and the Sword (1994)
  • The Politics of Dispossession (1994)
  • The Question of Palestine (1979)
  • Reflections on Exile (2000)
  • Representations of the Intellectual (1994)
  • The World, the Text and the Critic (1983)